sábado, 15 de febrero de 2014

Los entresijos de la LOMCE



Imagen extraída de: .nodo50.org
Según los motivos de implantación recogidos en la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), “Todos los estudiantes tienen talento, pero la naturaleza de este talento difiere entre ellos […]La lógica de la reforma se basa en la evolución hacia un sistema capaz de canalizar a los estudiantes hacia las trayectorias más adecuadas a sus  capacidades, de forma que puedan hacer realidad sus aspiraciones y se conviertan en rutas  que faciliten la empleabilidad y estimulen el espíritu emprendedor a través de la posibilidad,  para los alumnos y sus padres o tutores, de elegir las mejores opciones de desarrollo personal y profesional.”.



Por lo que tras realizar un juicio crítico reflexivo sobre el sentido oculto de los motivos esgrimidos, consideramos que esta ley o proyecto de ley, afectaría a la Organización Escolar en cuanto que usa el reconocimiento de diferentes niveles de talento para segregar, diferenciar al alumnado según sus capacidades excusándose en la empleabilidad dando, aparentemente, las mismas posibilidades para que los alumnos, y sus padres o tutores puedan “elegir las mejores opciones de desarrollo personal y profesional”. Cuando la realidad muestra que no todos los alumnos tienen las mismas posibilidades y recursos como para tener capacidad de elección sobre el tipo de educación que más les convenga o se adapte a su capacidad y rendimiento, pues esto está solo al alcance de un sector de población que no es la mayoría, ayudando de esta manera a acentuar la polarización entre grupos sociales. De la misma manera, terminaría repercutiendo en la propia práctica docente ya que la distribución de los alumnos en “Escuelas Instrumentales” y “Escuelas Intelectuales” hará que los Centros cuyos alumnos no tengan el talento “predeterminado” para dedicarse a tal o cuál estudio. Además de por condiciones socioeconómicas familiares se verán obligados, y limitados, a estudiar en el Centro más cercano a sus domicilios y ahí se reunirá a todos los alumnos con un nivel similar mientras que los “de verdadero talento” y con facilidad para acceder a recursos estudiarán en otro Centro, rodeado de sus “iguales” dentro de la desigualdad que esto supondría.

Imagen extraída de: pressenza.com
"El reconocimiento de esta diversidad ente alumnos en sus habilidades y expectativas es el primer paso de cara al desarrollo de una estructura educativa que contemple diferentes trayectorias.” Rendimiento, estándares, mejorar la calidad, metas, resultados, expectativas, talento y competir con éxito son algunas de las expresiones que constantemente emplea la LOMCE en su propuesta de ley, por lo que se podría considerar que lejos de buscar la igualdad de oportunidades educativas de la mayoría de la sociedad se encuentra orientada a la promoción de una pequeña élite socioeconómica que no representa la situación general del resto de la población. De esta manera influiría en la Organización Escolar pues los estudiantes que no logren los resultados que se consideran adecuados para el nivel educativo no conseguirán promocionar en un sistema excesivamente resultadista que no tiene en cuenta el proceso de enseñanza – aprendizaje o el origen socioeconómico del alumnado, la organización escolar se convertirá en elitista.

La LOMCE genera altas expectativas a la totalidad de la población estudiantil sin tener en cuenta las diferencias de talentos existentes, lo que significa que no todos podrán conseguir el éxito propuesto en la Ley: “Mejorar el nivel de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta  cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por un futuro mejor. De esta manera se excluye a la mayoría de los estudiantes de participar en ese crecimiento económico y se reducen las opciones de optar a un futuro mejor, ya que no todos podrán acceder a trabajos de alta cualificación. Por querer mejorar los resultados unos pocos alumnos o alumnas excelentes se abandona al resto y dificulta las ambiciones del alumnado.

Una de las principales novedades de esta Ley respecto a la anterior, es la introducción de las evaluaciones externas, al final de cada etapa (Primaria, Secundaria y manteniendo la del Bachillerato) con el fin, según expone la ley para “mejorar la calidad educativa”. Sin embargo, este cambio va orientado, más que a mejorar la Educación, a mejorar la representación del país en las evaluaciones externas internacionales (PISA). Esto repercute directamente en la Organización del contenido a impartir en las diferentes etapas pues, si de hecho, Segundo de Bachillerato se enfoca de manera exclusiva en cómo afrontar la Prueba de Acceso a la Universidad y en preparar a los alumnos para superarla, con la introducción de estas nuevas evaluaciones en los niveles considerados, el proceso de enseñanza-aprendizaje estará afectado y condicionado al contenido necesario para poder superar con éxito estos nuevos exámenes externos con el fin de poder continuar promocionando dentro del sistema educativo. El conocimiento que pueda adquirir el alumnado se verá reducido exclusivamente a aquello que solicita el examen.

Para aquellos alumnos que no logren aprobar estas evaluaciones no se plantea ninguna alternativa de apoyo más que, manteniéndolos dentro del sistema educativo, derivarlos a Ciclos de Formación Profesional: “El éxito de la propuesta de evaluaciones consistirá en conseguir que ningún alumno encuentre ante ellas una barrera insoslayable. Cada prueba debe ofrecer opciones y pasarelas, de manera que nadie que quiera seguir aprendiendo bajo ningún concepto pueda quedar fuera del sistema”. No especifican qué aprender, por lo que intuimos que esto es un método para filtrar al alumnado que sí tenga aptitudes para desarrollar estudios académicos intelectuales.



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Bibliografía
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España. Anteproyecto ley LOMCE. Recuperado el 14-02-14.


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