¿A qué se le llama fracaso escolar?, ¿Cuáles son las causas?, ¿Y las
consecuencias?, ¿Cómo afecta al alumno/a y a su
familia y, en general, a toda la sociedad?
El
rendimiento académico de los jóvenes en edades de cursar educación obligatoria,
es un tema que supone una importante preocupación para las familias. En la
actualidad, el fracaso escolar es una problemática muy común. Las familias
dedican mucho esfuerzo e intentan diversas alternativas para solucionarlo, pero
son muchas las ocasiones en las que no se obtiene el resultado deseado.
Video de Youtube
Esta
situación, como hemos podido observar en la primera parte de este documental,
lleva consigo consecuencias importantes, directamente en el ámbito académico, e
indirectamente en los ámbitos personal, emocional, social y en el futuro de los
jóvenes. También hemos observado que existen otros centros para estos chicos y
chicas que por unos motivos u otros no se ven capacitados para estudiar, como
son: “Las escuelas de segunda oportunidad” siendo la única salida para muchos de
ellos, lugares donde se atiende al individuo por encima de lo académico, con el
objetivo de formarles de una manera alternativa. Es por ello, que lo fundamental es evitar
el fracaso escolar, detenerlo desde un primer momento, antes incluso de que
aparezca y poner las medidas para que los chicos y chicas obtengan el éxito en
sus estudios y completen un desarrollo personal global que les lleve a ser
adultos felices y obtener sus metas.
El
fracaso escolar es un concepto polimórfico en el que tienen su responsabilidad
todos sus implicados, esto es, la sociedad, la familia, la institución escolar,
los profesores, los alumnos. En realidad nos hayamos antes un “fracaso social”,
porque de un modo u otro, la disfuncionalidad afecta al conjunto de la
sociedad.
Aun
cuando pueda haber variantes en el fracaso académico, encontramos un
denominador común en todos los casos: la insuficiencia de los resultados
escolares oficiales alcanzados. Es llamativo que muchos trabajos, incluso
recientes y en publicaciones prestigiosas, eviten la mínima explicación
conceptual, lo que a menudo acrecienta la confusión, pues según los casos se
habla de fracaso escolar para referirse a abandono, retraso, dificultad de
aprendizaje, etc. El fracaso también puede variar según la forma de medirlo,
por ejemplo, mediante los test de rendimiento, calificaciones, etc., o dependiendo
de qué o quiénes centren el análisis: el sistema, los docentes, los escolares,
etc. En lo que si suele ver acuerdo, es en que el fracaso es una realidad adversa
que fustiga a un significativo número de alumnos/as, sobre todo a los que se
encuentran en una situación socio-económica desfavorecida.
“Con
el ánimo de arrojar luz sobre el concepto, ofrezco esta definición propia:
Fracaso escolar es toda insuficiencia detectada en los resultados alcanzados por
los alumnos en los centros de enseñanza respecto a los objetivos propuestos
para su nivel, edad y desarrollo, y que habitualmente se expresa a través de
negativas calificaciones escolares”.(OTERO) .
Muchas
son las causas que pueden originar fracaso escolar: como enfermedades o
deficiencias que tienen que ver con trastornos que impliquen disminución
física, alteraciones sensoriales, de psicomotricidad, etc. Serían entre otras,
enfermedades crónicas como la diabetes, o la epilepsia, alternaciones cardíacas, que pueden constituir un impedimento para el aprendizaje normal del
niño/a.
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Defectos de visión o audición que necesitan
distintas pautas de educación y tenemos que tener en cuenta que dichos defectos
cuando no son muy evidentes a veces se detectan tarde cuando el fracaso ya se
ha producido.
Alteraciones como la dislexia, que se definiría
como un trastorno que hace que un niño con un nivel mental normal o superior,
aprendizaje adecuado y sin problemas emocionales graves, no sea capaz de
establecer el mecanismo de la lectura y en consecuencia la escritura y lleve un
retraso de unos dos años con respecto a su edad mental y cronológica. En los
últimos estudios, se detecta un 10% de dislexias en el aula, lo que nos previene
sobre la frecuencia de esta alteración. También nos podemos encontrar con
Déficit de atención e hiperactividad, su número ronda ya el 8% y nos habla de
niños que no son capaces de controlar ni su movimiento ni su atención, con lo
cual el fracaso y los trastornos de conducta son inevitables.
Los
factores intelectuales puede ser una causa en el caso de que el cociente intelectual
se encuentre por debajo de la media esperada, estaríamos en el caso de
debilidades mentales, que si son ligeras no son fácilmente detectables. También
podríamos hablar de superdotaciones, es decir niños con un nivel intelectual
muy superior al normal, que suelen presentar paradójicamente el fracaso
escolar.
Algunas
investigaciones han demostrado que entre un 30% y un 50% de los fracasos
escolares se deben a causas emocionales: depresión, mucho más frecuente de lo
que los mayores creemos, baja autoestima, trastornos de ansiedad y
complicaciones más severas como la psicosis que afortunadamente se da en un
porcentaje bajo. Habitualmente la causa de estos problemas reside en la familia
(más fracaso cuanto más problemática exista en ella por unas u otras causas).
Por
último, vamos a mencionar los factores pedagógicos. Los constantes traslados de
un colegio a otro, la inasistencia escolar, la masificación de las aulas, los
métodos de enseñanza inadecuados de la escuela, que no atienden a la madurez de
cada niño/a, aunque se trate de disminuir el número de alumnos/as para que se
vaya al ritmo de cada uno. Y por supuesto, la figura del profesor es básica
también. En el sentido de que todos sabemos de casos de profesores que han
marcado negativa o positivamente a los alumnos/as y que determinadas aptitudes
se pueden potenciar o bloquear, según sea el profesor.
Pero
ante todo cuando nos enfrentamos a un fracaso escolar, está claro que existe
una causa, búsquela y no crea que todo se debe a que su “hijo/a puede pero no
quiere”, es una frase que ha tapado demasiados trastornos.
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| Imagen extraída de: luviadeideasyrecursos.blogspot.com.es |
Mostramos con esta imagen y
un poco de humor, lo surrealista de como
muchos temas de la educación se quieren solucionar de un modo que no
sólo no se solucionan sino que acarrean otros muchos problemas.
En este caso el fracaso
escolar, ya no solo depende de la actitud que tenga el niño/a, de las
dificultades que pueda llegar a tener o del entorno familiar del que este rodeado
como hemos mencionado anteriormente. También depende de muchos otros factores
como es la crisis establecida en nuestro país y los recortes para nuestra
educación.
BIBLIOGRAFÍA
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